sábado, 19 de febrero de 2011

La narración ficticia

“Una amistad peligrosa...” El caso de los hermanos Serdán.


Corre el año de 1908 en el Estado de Puebla, los hermanos: Máximo, Carmen y Aquiles quien les lee en voz alta y escuchan atentamente el libro “La sucesión presidencial en 1910” de autoría de Francisco I. Madero, mientras hacen las cuentas de la cantidad de zapatos que deberán mandar a Tlaxcala. Los pedidos cada vez son menos. Preocupados por las malas finanzas del negocio familiar. Aquiles atina a decir:

- ¡Ya no se puede vivir así! Veré caer a Díaz, ya veremos cómo...
Carmen y Máximo vieron en la mirada de su hermano mucha decisión.
- Desde mañana muy temprano, me voy al periódico, ¡ya verán lo que voy a escribir!
Carmen le sonrió a su hermano, sabía que apoyaría la propuesta de Madero.
Máximo le dijo:
- En la noche termino de pegar la propaganda y traes más para mañana.
Aquiles sabía que sus hermanos estaban con él y todos con la revolución.
Para 1909, se sabe que en Puebla hay seguidores del Partido Antirreleccionista con la fuerte participación de los hermanos Serdán. Éstos conocen que en la política deben estar prevenidos, Carmen comenta:
- La semana que viene voy a San Antonio, le voy a pedir a Madero dinero para seguir las actividades del partido, no tenemos dinero para financiarlo nosotros.
En esa entrevista Carmen recibe la indicación de la compra de armamento, provisiones y para que siguiera una fuerte propaganda del partido, diciéndole:
- Le dices a tu hermano que ahí le encargo lo del 20 de noviembre...
Y así fue, para mayo de 1910 en Puebla se espera la llegada de la gira de propaganda de Madero, su mano derecha Aquiles Serdán quien a todo momento le informa de la organización y movimientos de esos frenéticos días. Una piedra en el zapato ya había desde hace años en el gobernador de Puebla, a quien Porfirio Díaz ya había presionado para hacer callar a toda esa bola de periodiqueros. Las represarías se aplicaban pues Aquiles era constantemente golpeado y enviado a prisión, después salía y regresaba a las actividades del partido.

Desafortunadamente esta amistad resultó ser muy peligrosa para los intereses de otros, y como a veces en las cosas no se tienen resultados como son esperados, para el 18 de noviembre de 1910, dos días antes del estallido de la revolución, los Serdán se vieron sorprendidos por una cruenta emboscada en su casa, y al que respondieron, pero poco pudieron hacer ante más de 500 soldados y al que muy pocos seguidores maderistas acudieron como refuerzo, Máximo murió, cuando Aquiles lo supo se lamento y dijo:

- “Lo que siento es haber sacrificado a hombres con tanto valor por un pueblo tan degradado y cobarde”

En la madrugada del 19 de noviembre, Aquiles saliendo de su escondite que era el sótano encontró la su muerte con una fuerte ráfaga de plomo. Carmen sobrevivió, pero desde la cárcel supo que los cuerpos de sus hermanos fueron exhibidos afuera del cuartel de la Merced, con duro dolor se prometió a sí misma nunca renunciar a la causa revolucionaria.
Ese día en varias de las casas de Puebla se colocaron moños negros...
 
Cuando los ideales se comparten entre amigos, se siente fuerza, unión, compromiso, este es el caso de los Serdán Alatriste y su amistad con Francisco I. Madero. En esta historia los hermanos no se pelean ¡No señor!, en ésta los hermanos aprenden juntos a luchar.
 

No hay comentarios:

Publicar un comentario